La mujer en el deporte: la carrera por la igualdad - Winner Industria Deportiva

La mujer en el deporte: la carrera por la igualdad

Switzer (foto) fue la primera mujer que corrió 42 km en una maratón: lo hizo anotando sus iniciales. Desde la hazaña de las que fueron pioneras, hasta la actual lucha por la profesionalización, cómo se abrieron camino las atletas en un mundo que parecía pensado sólo para hombres.

En el año 1967, una época en la que la mujer no era considerada capaz de correr 42 kilómetros, Kathrine Switzer, una joven estudiante de periodismo, abrió el camino hacia la igualad. Con sus inciales, K. V. Switzer, la chica de 20 años se inscribió en la maratón de Bostón y no despertó sospechas en la organización. Es importante aclarar que en aquel entonces, la participación de una mujer no era ilegal, sino más bien alegal. No estaba prohibido, pero tampoco permitido (y en la inscripción no especificaba nada del sexo del corredor). Así fue que le concedieron el dorsal 261: Kathry se puso su camiseta y sus pantalones largos en aquella fría y húmeda mañana del 21 de abril y salió a hacer historia. Con personas que intentaban sacarla de carrera, logró cruzar la meta en 4 horas y 20 minutos. En el año 1967, una época en la que la mujer no era considerada capaz de correr 42 kilómetros, Kathrine Switzer, una joven estudiante de periodismo, abrió el camino hacia la igualad. Con sus inciales, K. V. Switzer, la chica de 20 años se inscribió en la maratón de Bostón y no despertó sospechas en la organización. Es importante aclarar que en aquel entonces, la participación de una mujer no era ilegal, sino más bien alegal. No estaba prohibido, pero tampoco permitido (y en la inscripción no especificaba nada del sexo del corredor). Así fue que le concedieron el dorsal 261: Kathry se puso su camiseta y sus pantalones largos en aquella fría y húmeda mañana del 21 de abril y salió a hacer historia. Con personas que intentaban sacarla de carrera, logró cruzar la meta en 4 horas y 20 minutos. Muchas cosas cambiaron desde que esta atleta tomó coraje para marcar un nuevo rumbo en el deporte femenino. En efecto, muchas otras mujeres en el mundo -y en Argentina- tiraron abajo paredones impensables para sus respectivas épocas y contribuyeron a naturalizar la presencia femenina en el deporte.

Muchas cosas cambiaron desde que esta atleta tomó coraje para marcar un nuevo rumbo en el deporte femenino. En efecto, muchas otras mujeres en el mundo -y en Argentina- tiraron abajo paredones impensables para sus respectivas épocas y contribuyeron a naturalizar la presencia femenina en el deporte.

Switzer fue la primera mujer que corrió 42 km en una maratón: lo hizo anotando sus iniciales.
En nuestro país, Marcela “La Tigresa” Acuña fue la pionera del boxeo femenino: en 2001 venció a la panameña Damaris Pinock Ortega y obtuvo el primer título mundial ganado por una boxeadora nacional, en la categoría Supergallo de la Asociación Internacional de Boxeo Femenino.

“A partir del momento en que logré la reglamentación han pasado muchísimas campeonas mundiales. Si lo comparamos con el tiempo de vida que tiene el boxeo masculino, puedo decir que estoy muy orgullosa con todo lo que se obtuvo”, dijo en diálogo con Crónica, Acuña, a casi 18 años desde la oficialización del boxeo femenino en el país.

Una pasión que crece

Son cada vez más las mujeres que se apuntan en los gimnasios de boxeo. Es que es al día de hoy, se convirtió en una práctica común en todos los puntos de nustro país. Pero Marcela no olvida los tiempos en que sufrió algún tipo de discriminación y hoy lo logra ver con más claridad.

Gracias a Marcela Acuña, la “Tigresa”, el boxeo femenino fue reglamentado.
“Pasé por muchas situaciones en las que tuve que lidiar con el machismo, pero trataba de pensar que no era discriminación, recién me di cuenta de lo que era cuando las mujeres empezaron a salir a luchar por sus derechos. El simple hecho de entrar a un gimnasio de boxeo y ser la única mujer entre tantos hombres: ellos con la mirada ya te estaban diciendo muchas cosas. No faltaban las frases como ‘la mujer tiene que ir a lavar los platos’. Yo trataba de hacer oídos sordos y seguir para adelante, lo que más quería era lograr la reglamentación y sabía que con eso en mano iba a ser todo mucho más fácil”, comenta la campeona argentina.

Un problema común en todos los deportes femeninos son los salarios bajos y la gran brecha salarial. “Dentro de la Federación nos han dado una gran mano en el acompañamiento, pero todavía no somos bien pagas. Hace 20 años que estoy en el boxeo, he ganado todos los títulos y, sin embargo, no puedo vivir de esto. Siempre tengo que estar trabajando y haciendo otras cosas”, asegura La Tigresa.

Profesionalización y remuneración desigual

El aspecto más desigual es la profesionalización y la remuneración económica de las deportistas de alto rendimiento. Como también sigue existiendo desigualdad en la distribución y asignación de espacios deportivos, vestuarios y de horarios, material, e indumentaria, desde los inicios escolares.

“Los espacios para mujeres deportistas, entrenadoras y dirigentes mujeres no son iguales”.

Maria Julia Garisoain es una ex remera que representó a Argentina en dos ocasiones en los Juegos Olímpicos. En 1990, se convirtió en la primera mujer en integrar un equipo de remo, el Buenos Aires Rowing, y la primera en obtener el Olimpia de plata.

“Soy madre, mujer y esposa, además profesional y estoy empezando a entender que si bien no percibí las barreras durante mi carrera deportiva y seguí adelante, las barreras siguen estando. Los espacios para mujeres deportistas, entrenadoras y dirigentes mujeres no son iguales”, le dijo la atleta a “Crónica”.

Además, Garisoain es miembro de la Asociación Mundial de Olímpicos, del Comité Olímpico Argentino, es directora ejecutiva de la Comisión de Atletas y presidente de la Federación Metropolitana de Remo. La atleta decidió colgar los remos en 2003 luego de una carrera exitosa, pero sigue siendo una referencia e ícono para las deportistas y hasta el día de hoy sigue enfocándose en el crecimiento de esta disciplina.

Deja un comentario